Una tragedia deportiva sacude a los Boston Celtics en plena disputa de los playoffs. Su principal figura, Jayson Tatum, sufrió la rotura total del tendón de Aquiles derecho durante el cuarto partido de la serie semifinal de Conferencia ante los New York Knicks. El alero, pieza clave en el esquema de los actuales campeones de la NBA, fue intervenido quirúrgicamente con éxito, pero la recuperación de este tipo de lesiones suele extenderse por varios meses, lo que lo dejaría fuera de las canchas no solo por el resto de la actual postemporada, sino también por gran parte de la próxima campaña 2025-26.
La lesión ocurrió este lunes, en medio de un juego crucial en el que los Celtics buscaban evitar quedar al borde de la eliminación. El equipo neoyorquino domina la serie 3-1, y la salida de Tatum, visiblemente afectado, marcó un punto de quiebre emocional y táctico para Boston. En un comunicado oficial, la franquicia confirmó el diagnóstico y la operación, aunque evitó precisar una fecha tentativa de regreso. «Jayson Tatum se sometió hoy a una operación exitosa para reparar una rotura del tendón de Aquiles derecho. No hay una fecha de regreso disponible, pero se espera que se recupere por completo», informaron los Celtics, pidiendo paciencia hasta tener nuevos avances sobre su rehabilitación.
Con 26 años y seis apariciones en el All-Star Game, Tatum no solo es el referente de Boston, sino uno de los rostros más reconocibles de toda la liga. Su ausencia representa un vacío difícil de llenar en el equipo, que ya enfrentaba una eliminatoria complicada. Además, su baja reconfigura por completo las expectativas de los Celtics para la siguiente temporada, pues una lesión de tal gravedad implica una rehabilitación larga, compleja y sin garantías de que el jugador regrese al mismo nivel atlético.
Esta situación no solo deja en suspenso el futuro inmediato de Tatum, sino que también plantea preguntas difíciles para la directiva de los Celtics en cuanto a ajustes de plantilla, liderazgo en la cancha y proyecciones a mediano plazo. La NBA, mientras tanto, pierde temporalmente a una de sus estrellas más brillantes en plena madurez deportiva.
